martes, 20 de diciembre de 2011

Riesgo de la enfermedad Periodontal

De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud, OMS, cada año mueren en el mundo 17,5 millones de personas a causa de enfermedades cardiovasculares y, según las proyecciones, en 2030 la estadística aumentará a 24 millones. En Chile, las cosas no son distintas, ya que estas patologías son responsables de aproximadamente el 30% de los fallecimientos de la población, constituyéndose en la primera causa de muerte en los hombres mayores de 35 años y mujeres sobre los 50 años de edad.

Frente a esta realidad son miles las campañas desplegadas en el mundo entero que tienen como objetivo primordial reforzar conceptos como la educación y la prevención, incentivando a la población a adoptar conductas de autocuidado y modificar los estilos de vida. Una dieta saludable y reducir los índices de tabaquismo resulta fundamental para mejorar la condición del organismo y disminuir los riesgos de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral. Sin embargo, en este escenario y según una investigación realizada por un grupo de investigadores taiwaneses, una simple limpieza dental también ayudaría de manera significativa a aumentar las expectativas de vida.

Si se considera que en el mundo hay más de 5 mil millones de personas que sufren problemas dentales, una drástica modificación en las costumbres que lleve a mejorar la higiene bucal no sólo rebajaría problemas de caries y periodontitis, por nombrar algunos, sino que también el “esfuerzo” traería consigo una reducción del riesgo de hasta un 24% de padecer un ataque al corazón y un 13% el peligro de un derrame cerebral.

Así lo plantea un estudio presentado en el último Congreso de la Asociación Americana del Corazón, que se desarrolló recientemente en Orlando, Estados Unidos, en el cual los científicos realizaron una investigación que se extendió por siete años y que incluyó la participación de cien mil voluntarios sin ninguna afección coronaria al inicio de la tesis. El resultado determinó que aquellos que acudían al odontólogo y se hacían una limpieza bucal disminuían las posibilidades de tener un ataque al corazón. “La protección que confiere una buena higiene dental fue más pronunciada en las personas que se realizaron una limpieza al menos una vez al año”, comenta la doctora Emily Chen, cardióloga del Hospital General de Veteranos de Taipei, Taiwan, y autora del trabajo. “La limpieza profesional reduce la inflamación causada por el crecimiento de bacterias en los dientes, los cuales pueden provocar problemas cardiacos serios”, agrega.


Riesgos de la enfermedad periodontal

Otro de los problemas que se presenta al no mantener una higiene bucodental adecuada es la endocarditis, una infección que afecta las válvulas del corazón. Las bacterias que se alojan en la boca pueden llegar al corazón a través del flujo sanguíneo y provocar un trastorno en las compuertas que controlan el paso de la sangre. Si la boca no está bien cuidada, la presencia de gérmenes es mayor y el riesgo aumenta. Una limpieza bucal periódica libraría de estos peligros.

En el Congreso de la Asociación Americana del Corazón se presentó además otra investigación que profundiza en este tema, asegurando que la enfermedad periodontal podría ayudar a determinar si la persona va a lamentar una falla cardíaca o un infarto y de qué magnitud.

El profesor Andres Holmlund, miembro del Centro de Investigación y Desarrollo de Gävleborg (Suecia), analizó a 7.999 personas con problemas de salud en las encías, concluyendo que el sangrado constante duplica el riesgo de infarto. Es más, quienes sufren con frecuencia infecciones alrededor de la base de los dientes tienen un 53% más riesgo de sufrir un ataque al corazón y las personas con menos de 21 piezas dentales aumentan en un 69% su riesgo de padecer un ataque cardiaco.

Estos estudios no hacen más que ratificar evidencias previas que sostenían los vínculos existentes entre la higiene dental y la salud coronaria, confirmando que cualquier enfermedad de nuestro organismo, de una u otra forma, altera su correcto funcionamiento más allá de lo que pueda suponerse. La conclusión es simple: visitar al dentista sin dudas trae beneficios, y por partida doble.
Información referida de la web (saval.net)

domingo, 3 de julio de 2011

Cancer Bucal

Qué es el cáncer bucal?

El cáncer bucal se produce en los labios (generalmente, en el inferior), dentro de la boca, en la parte posterior de la garganta, en las amígdalas o en las glándulas salivales. Afecta con mayor frecuencia a los hombres que a las mujeres, y principalmente lo padecen personas mayores de 40 años. El tabaquismo en combinación con la ingesta fuerte de alcohol constituye factores claves de riesgo.

La detección tardía del cáncer bucal, puede implicar cirugía, terapia radiante y quimioterapia. También, puede resultar fatal con un porcentaje de sobrevida de cinco años para aproximadamente el 50% de los casos . *Ese pronóstico negativo se debe en parte a la falta de identificación de los primeros síntomas de la enfermedad, por lo tanto, la detección temprana del cáncer bucal es fundamental para el éxito del tratamiento.

¿Cuáles son los síntoma del cáncer bucal?

Usted, no siempre, podrá identificar los primeros signos de alerta, de allí la importancia de las revisiones odontológicas y médicas regulares. Su odontólogo cuenta con la capacitación necesaria para identificar las señales de alerta del cáncer bucal. No obstante, además de los controles regulares, usted debe visitar a su odontólogo si observa alguna de las siguientes anomalías:

  • Una llaga en los labios, en las encías o dentro de su boca que sangra con facilidad y no cicatriza
  • Un bulto o engrosamiento en la mejilla que usted puede percibir con la lengua
  • Pérdida de sensaciones o adormecimiento en alguna parte de la boca
  • Manchas blancas o rojas en las encías, la lengua o dentro de la boca
  • Dificultad para masticar o deglutir los alimentos
  • Dolor, sin explicación alguna, en la boca o sensación de atoramiento en la garganta
  • Una hinchazón tal en la mandíbula causando que la prótesis ajuste apropiadamente
  • Cambio en la voz

¿Cómo prevenir el cáncer bucal?

Si usted no fuma ni masca tabaco, no comience a hacerlo jamás. El 80 o 90% de los casos de cáncer bucal se deben al tabaquismo.

Tabaquismo: la relación entre tabaquismo y, cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas ha sido extensamente probada. Fumar es perjudicial para su salud en general y dificulta la lucha de su sistema inmune contra las infecciones o la recuperación de heridas y cirugías. Entre los adultos jóvenes, fumar puede producir atrofias en el crecimiento y dificultades de desarrollo. Un gran número de fumadores manifiestan que no huelen o saborean los alimentos como antes. El tabaquismo también implica riesgos de mal aliento y de dientes manchados.

Su salud bucal también se pone en riesgo cada vez que enciende un cigarrillo. Fumar cigarrillos, pipa o cigarros aumenta considerablemente las posibilidades de desarrollar cáncer de laringe, garganta y esófago. Como la mayoría de las personas no conoce o ignora los primeros síntomas, el cáncer bucal se disemina antes de su detección.

Masticación de tabaco: los usuarios crónicos de tabaco sin humo tienen 50 veces más riesgos de desarrollar cáncer bucal que los demás.

Lo mejor es no fumar cigarrillos, cigarros o pipas, o masticar tabaco o tomar rapé. Las personas que dejan de consumir tabaco, aún después de muchos años de uso, reducen significativamente el riesgo de contraer cáncer bucal. El consumo crónico o intenso de alcohol también aumenta el riesgo de cáncer, y el alcohol combinado con el tabaco constituye un factor de riesgo especialmente alto.

¿Cómo se trata el cáncer bucal?

Después del diagnóstico, un equipo de especialistas (incluye un cirujano bucal y un odontólogo) desarrollan un plan de tratamiento que se adapta a las necesidades de cada paciente. Habitualmente se necesita realizar una cirugía y, luego, se aplica una terapia de rayos y quimioterapia. Es importante la visita al odontólogo porque él conoce los cambios que estas terapias ocasionarán en su boca.

¿Cuáles son los efectos colaterales de la terapia con rayos X?

Cuando se usa una terapia radiante en la cabeza y el cuello, un gran número de personas sufren irritaciones en la boca, sequedad, dificultades en la deglución y cambios en el gusto. Los rayos X también incrementan las probabilidades de caries, por eso es especialmente importante el cuidado de dientes, encías, boca y garganta durante el tratamiento.

Consulte con el especialista en cáncer sobre los problemas bucales que pueden suscitarse durante o después del tratamiento con rayos X. Consulte a a su odontólogo antes de comenzar una terapia de rayos X contra el cáncer en cabeza y cuello, pregúntele qué puede hacer antes, durante y después del tratamiento para evitar efectos colaterales bucales.

¿Cómo mantengo la salud bucal durante la terapia?

Cepille los dientes con un cepillo suave después de las comidas y limpiélos con hilo dental. Evite las especias y los alimentos gruesos como vegetales crudos, crackers y frutos secos. Evite el consumo de tabaco y alcohol. Ingiera o mastique chicles o golosinas sin azúcar para mantener la boca húmeda.

Antes de comenzar la terapia de rayos X, informe a su odontólogo y concurra a una consulta para que le realice un examen completo. Solicite a su odontólogo que se comunique con el oncólogo responsable de la terapia radiante antes de comenzar el tratamiento.(Gentileza de Colgate)


viernes, 28 de enero de 2011

Una bella sonrisa


Según una encuesta de la Academia Americana de Odontología Cosmetica (AACD)
Más del 92% de adultos norteamericanos está de acuerdo en que una sonrisa atractiva constituye un recurso social importante
Un 88% siempre recuerdan a alguien con una sonrisa especialmente atractiva
El 85% coinciden en que una sonrisa poco atractiva no atrae a las personas del sexo opuesto
Un 74% están de acuerdo en que una sonrisa poco atractiva puede disminuir las oportunidades de éxito profesional
Sólo el 50% de los norteamericanos están satisfechos con su sonrisa

BLANQUEAMIENTO EXTERNO
Las técnicas actuales de blanqueamiento se basan en la utilización de dos productos:
- peróxido de carbamida (en general para tratamientos ambulatorios)
- peroxido de hidrógeno ( básicamente para tratamientos en Clínica)
Estos productos son capaces (mediante la activación por calor y/o luz especial ) de desprender moléculas de H²O² que son capaces de “filtrarse” a través del esmalte de los dientes por los túbulos dentinarios. La intensidad de blanqueamiento dependerá de cada paciente, de su color particular que deberá ser estudiado por el especialista para determinar las expectativas del blanqueamiento.
Responden bien casi todos los dientes excepto aquellos con tinciones por tetraciclinas (colores marrones ó grises). Se recomienda el blanqueamiento ambulatorio por un período más largo que puede llegar a los tres ó seis meses. De esta forma se obtendrán blanqueamientos seguros y graduales aunque sigue resultando difícil realizar un pronóstico sobre el color final.
Ejemplo: En un color tipo A 3.5 el blanqueamiento estimado es de unos 6 ó 7 tonos, hasta alcanzar el A1. Cada persona tiene su color específico, pudiendo equipararse al de la guía de colores odontológica y así hacer una estimación aproximada del resultado final tras el blanqueamiento.Consideraciones previas importantes
Todas las técnicas de blanqueamiento funcionan, sólamente debemos escoger un producto de reconocido prestigio ó del que tengamos buenas referencias y saber qué pacientes son los adecuados para unos buenos resultados.
Es indiferente que el tratamiento se realice en casa ó en Clínica ó en técnicas mixtas. Es poco relevante que el gel se active mediante láser, luz halógena ó luz de plasma. El mecanismo de actuación es siempre el mismo.
Sólo debemos evaluar bien el caso y sobre todo no dar nunca falsas expectativas al paciente.
En pacientes con hipersensibilidad dentinaria deberá realizarse el tratamiento en Clinica pues sólamente allí podremos aislar y proteger la dentina expuesta aplicando el producto sólo donde nos interese. Se requiere un procedimiento muy meticuloso.